Cementerio de San Amaro – A Coruña

Hoy medio mundo anda revolucionado con la celebración de Halloween, aunque yo prefiero llamarle Samaín.
A pesar de que se cree que es una tradición de Estados Unidos, lo cierto es que sus orígenes se remontan a bastante antes, a la época de los celtas.
Para ser más precisos, era una fiesta druida que se celebraba en Irlanda para celebrar el nuevo año celta. Galicia fue ocupada por los celtas, pero con la romanización muchos de estos ritos y costumbres fueron avocados al olvido. Desde hace algunos años, algunos pueblos gallegos, como Cedeira o a Illa de Arousa están intentando recuperar esta vieja costumbre.
El caso es que en vísperas del 1 de noviembre, Día de todos los Santos, a todos nos vendrán a la mente imágenes y recuerdos de cementerios.
Hoy os vamos a hablar del cementerio de San Amaro, en A Coruña.
Sin duda, el nombre de San Amaro no es pura coincidencia, ya que cómo explicar Felipe Senén López Gómez, del Instituto José Cornide de Estudios Coruñeses, «En la tradición popular gallega San Amaro o San Mauro se asocia con el más allá. Cuenta la leyenda que fue santo peregrino a Compostela, que desembarca en un puerto y hace el camino sin llegar a poder entrar en la catedral por la multitud. Retoma entonces para coger el barco y ve nuevamente en aquel puerto de inicio una fila de gente que peregrina a otro templo. Pregunta y le dicen que son devotos de un santo que 300 años atrás había peregrinado a Compostela, sin poder cumplir su meta y que se llamaba San Amaro. Leyenda sobre la intemporalidad, sobre la búsqueda del Paraíso, siguiendo al Sol».
 
Los orígenes de este cementerio datan de 1809 y con el paso de los siglos, cómo explica Suso Martínez, historiador y guía del cementerio, «este lugar será ampliado hasta configurar sus cuatro departamentos, y será dotado con una capilla joya neoclásica y un cementerio civil o de impenitentes». Dentro de este cementerio, también nos encontraremos con un cementerio británico, en un terreno que fue comprado en 1867 por el cónsul británico en Galicia. En él se encuentran enterrados cónsules, marineros y ciudadanos no sólo británicos, sino también franceses, alemanes y suizos.
Hay cuatro itinerarios que se pueden hacer dentro del camposanto:
– Itinerario de los creadores, historiados y científicos. Aquí yacen pintores, escultores, ingenieros, matemáticos, arquitectos, escritores como Wenceslao Fernández Flórez, autor de El bosque animado, Eduardo Pondal, autor del himno gallego y varios profesores de Picasso, que vivió en Coruña unos años durante su infancia. De hecho, su hermana de 7 años fue enterrada en este mismo cementerio al fallecer víctima de la difteria en 1895.
– Itinerario de los políticos, los militares y los sueños de A Coruña. Se pueden ver las tumbas de varias personalidades de renombre fusiladas en la Guerra Civil, el del presidente del Banco Pastor, que en 1921 encargó construír en Coruña la sede del banco y que fue el edificio más alto de España en su época, la de Juana de Vega, otra de las «heroínas» de la ciudad por sus ayuda en la epidemia de cólera de 1854…
– Itinerario de los secretos de San Amaro. Cuesta creer que en este pequeño cementerio haya enterrados soldados del III Reich que fueron víctimas del hundimiento del submarino U966 Gut Holtz el 10/11/1943 en Estaca de Bares (al norte de la provincia), también hay soldados musulmanes que murieron durante la Guerra Civil y decenas de personas muertas por el cólera, enterradas en posición vertical y bañadas con cal.
– Itinerario artístico. En este último itinerario se pueden observar los distintos mausoleos de las familias más pujantes de la ciudad, de los más variados estilos: neoclásico, neorománico, gótico, jónico, modernista y hasta un obelisco egipcio.
En fin, nosotros hicimos una visita guiada que nos pareció muy interesante, pero las hay también nocturnas en dónde dicen que pasas un poquitín de miedo. Yo como soy un poco aprensiva, de momento, me quedo con la diurna, pero para gustos……
Cementerio de Luarca (Asturias), que hemos visitado hace una semana y que nos recordó en cierto modo al de San Amaro

 

Verónica

Escribiendo sobre viajes, escapadas y rutas de senderismo desde 2009. Técnica Superior en Agencias de Viajes.

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21 comentarios en «Cementerio de San Amaro – A Coruña»

  1. Nos encantan los cementerios, aunque no solemos visitarlos en estas fechas. Preferimos la soledad y el silencio antes que el típico bullicio de este puente.

    Anyway, nos ha sorprendido mucho San Amaro. Queda apuntado para cuando vayamos a La Coruña ^^

  2. Me encantan los cementerios y este que nos enseñan se ve muy bonito y además con mucha historia, sin duda será un sitio que visite cuando vuelva por tu tierra. Me ha gustado mucho la entrada. Un abrazo para los dos!

  3. Caliope, parece mentira con lo pequeño que es y lo pequeña que es Coruña que puede haber tanta historia, pero así es, sobre todo relacionada con Galicia, pero con algún que otro toque "internacional".

    Estamos deseando veros de nuevo, habrá que organizar algo 😉

  4. Así que hay visitas guiadas… no soy de visitar cementerios pero este suena interesante con eso de las tumbas de soldados del tercer reich… me lo apunto que iremos pronto para aquellas tierras.
    Un abrazo

  5. Una entrada muy chula además de curiosa, aunque la verdad es que yo soy persona anti-cementerios. Sé que cada vez se vuelve más común el necroturismo (las pirámides de Egipto están aceptadas sin problemas y otros lugares van ganando adeptos), sin embargo a mí los camposantos me llaman más bien poco, esté quien esté enterrado allí, no sea que ese muerto esté muy vivo 😛

  6. Muy curioso todo lo que cuentas.
    Este verano estuve en Luarca y pasé a ver el cementerio que sale en una de tus fotografías y aunque me den un poco de repelús tengo que decir que éste me pareció bonito, si se puede calificar así, más que nada por el sitio en el que estaba situado.
    Un abrazo!

  7. El pasado sábado asistí a las visitas guiadas gratuítas al cementerio de San Amaro, la experiencia fue original, he aprendido bastantes curiosidades. El guía/actor es muy profesional y desempeñó perfectamente su trabajo. La visita duró una hora y media, era por la noche y se pasó un poco de frío. Visitamos una docena de tumbas y no es casi ni la décima parte de lo que hay para ver, eché en falta un poco más de ritmo, al final se hace un pelín tedioso, pues se pierde el tiempo en cosas irrelevantes que nada tienen que ver con la visita en sí. El guía desempeña el papel de enterrador/fantasma, cuenta la historia del cementerio y de algunas tumbas como si lo estuviese contando un ánima en pena del cementerio, vestido con una capa y sombrero de copa. Se mete un poco con la gente y quizás esa parte es en la que s epierde un poco el tiempo. Por lo demás muy recomendable.

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