Istmo de Curlandia, Lituania: qué ver y qué hacer

Istmo de Curlandia: cómo llegar

Cuando empezamos a planear nuestro viaje de 15 días por Estonia, Letonia y Lituania, teníamos claro que aparte de su capital, la bella Vilnius, queríamos ver el istmo de Curlandia, esa estrecha franja de tierra que linda con Rusia al sur. La verdad es que no fue fácil escoger los destinos lituanos porque había varias cosas que queríamos ver y que no pudimos por falta de tiempo.

Antes de entrar en el istmo de Curlandia os recomendamos, que si vais en coche, que repostéis, porque lo cierto es que no vimos ninguna gasolinera en el istmo. Para llegar al istmo de Curlandia hay que hacerlo en ferry desde Klaipeda (2 personas y el coche nos costó 12,30 euros ida y vuelta (se paga una sola vez, a la ida)). Es posible cruzar también como peatón en el ferry o, como hace mucha gente, en bicicleta.

El istmo de Curlandia es un parque nacional e intenta mantenerse lo más virgen posible, por eso únicamente hay una carretera principal que comunica todos los pueblos del istmo. Es un buen lugar para ir en bici, ya que abundan los senderos y las excursiones para ciclistas.

Entrar el Parque Nacional del Istmo de Curlandia cuesta 20 euros en temporada alta y 5 euros en temporada baja. Hay una caseta unos quilómetros más adelante del puerto para efectuar el pago.

Istmo de Curlandia: qué hacer

Como os decía más arriba, los amantes de la bici estarán en su salsa. En Nida, uno de los destinos más frecuentados por su oferta turística, es posible alquilar una desde 3 euros/hora a 12 euros/24 horas. Es frecuente ver patinetes eléctricos (sí, allí tampoco se libran de esta plaga) que también pueden ser alquilados.

Algo que se tiene que hacer en el istmo de Curlandia es comer pescado a la manera lituana, ahumado. En la playa de Nida hay varios locales con el producto a la vista, lo normal es que escojas lo que quieras y que te lo lleves a la mesa para degustarlo directamente con las manos.

Istmo de Curlandia: qué ver

Nida

En el istmo de Curlandia hay 4 poblaciones que, muchas veces, encontraremos con el nombre común de Neringa. Neringa está formada por Nida, en donde nosotros nos alojamos (podéis ver más hoteles de Nida aquí), Juodkrante, Pervalka y Preila, siendo los dos primeros pueblos los que más recursos turísticos albergan. Como os decía antes, la mayor parte del territorio del istmo de Curlandia está sin urbanizar.

Nuestro apartamento en Nida

Nida es, además, la población que más cerca queda de Rusia, apenas unos 3 km. Nuestra idea inicial era acercarnos hasta Kaliningrado pero la falta de días, la distancia y el visado ruso hizo que la descartásemos, centrándonos únicamente en la parte lituana del istmo.

En el pueblo de Nida podemos realizar una agradable caminata por su paseo marítimo, con sus casitas de colores y su no menos llamativas veletas. Estas veletas se colocaban antiguamente en las barcas de los pescadores e indicaban, por su colorido y su forma, de donde era el pescador, si estaba casado, el número de hijos que tenía…

The Curonian Spit

The Curonian Spit es una duna que se encuentra en Nida y que está declarada Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde el año 2000. Por un lado linda que con la Curonian Lagoon y por el oeste con el Mar Báltico. Esta duna se formó hace más de 5000 años, durante los siglos XVI y XVIII fue dañada por la mano del hombre, pero afortunadamente todavía podemos disfrutarla.

En este Parque Nacional viven 37 especies de mamíferos, incluyendo alces, corzos y jabalís y otras especies más pequeñas como pueden ser liebres, zorros, mapaches, martas, ardillas o castores.

Aparte de los más variados mamíferos, también hay más de 200 tipos de aves incluyendo aves y garzas reales.

Juodkrante: Colina de las Brujas y colonia de cormoranes

En Juodkrante se encuentra un lugar de lo más curioso, la Colina de las Brujas. Durante un breve paseo de unos 30 minutos disfrutaremos de un pinar y decenas de esculturas de madera en todo un 2×1. Las esculturas son auténticas maravillas artesanas. Aunque hubo algo que no nos gustó y es que, como en otros muchos destinos turísticos, hemos visto a niños trabajando en la colina. En este caso, se trataba de dos jovencísimos músicos acompañados por un adulto.

Y, por último, no os podéis ir del istmo de Curlandia sin visitar la colonia de cormoranes que hay en las inmediaciones de Juodkrante. Hay miradores desde donde los podemos ver sin molestar y os aseguro que es una auténtica maravilla y os lo dice alguien a la que no le llaman especialmente la atención las aves.

Verónica

Escribiendo sobre viajes, escapadas y rutas de senderismo desde 2009. Técnica Superior en Agencias de Viajes.

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