Qué ver en Girona en un día?

La verdad es que este viaje surgió de casualidad. Nuestros planes vacacioneros para los meses de septiembre-octubre se vieron truncados al no poder ir, como queríamos, a Bélgica y Holanda, y un día viendo un documental de La 2 que hablaba sobre esta provincia catalana nos encantó.
Así que en 15 días nos pusimos manos a la obra y organizamos una semanita por tierras catalanas. La idea era darnos unos bañitos en el Mediterráneo, que nuestro Atlántico están un «pelín» más frío, pero justo los días que pasamos en la Costa Brava no nos hizo buen tiempo, pero eso ya os lo contaré a su debido tiempo.
Ahora empecemos con Girona ciudad. Esta ciudad permite recorrer más de dos mil años de historia a partir de dos recintos fortificados: la Força Vella y el ensanche medieval. También destaca su call, o barrio judío.

 

 

 

 

 

 

La Força Vella, una gran fortaleza, fue construida por los romanos en el s.I a.C, siendo todavía visible a día de hoy en algunos paramentos de la muralla.
La catedral, dentro de la Força Vella, fue construida entre los s. XI y XVIII. Su entrada es gratuíta e impresiona su gran nave con el espacio gótico abovedado más ancho del mundo. Dentro podrás ver varias maquetas que muestran sus diferentes etapas y que a mi, particularmente, me encantaron.

 

 

 

 

 

 

 

 

También impresiona Sant Pere de Galligants, antiguo monasterio benedictino del s. XII que hoy está destinado a museo y al cual no pudimos entrar.

 

 

 

 

Muy cerca se encuentran los baños árabes, que por una mala organización del tiempo encontramos cerrados. Datan del s. XII y son de inspiración romana.
La basílica de Sant Feliu, nosotros la confundimos con la catedral en un primer momento y no íbamos del todo mal encaminados, ya que fue la primera catedral de la ciudad hasta el s. X. Es de estilo gótico aunque cabecera románica y fachada barroca.

 

Cerca de la basílica, hay un puente de madera desde el que obtendrás unas buenas panorámicas y también te encontrarás con la leona, una escultura del s. XI a la que hay que besarle el culo si quieres volver a la ciudad. Después de pisarle los testículos al toro de Milán, la cabeza al jabalí de Florencia, de tirar la moneda en la fontana de Trevi y cientos de frikadas por el estilo, no tiene perdón que no se lo haya besado, pero no me parecía muy higiénico. Una cosa es tocar y otra besar, jeje.

 

Después de pasear por el maravilloso barrio judío y por la Força Vella, nos dirigimos a la Rambla de la Llibertat, urbanizada en el s. XIII para la celebración del mercado. Es un espacio alargado paralelo al río Onyar, con soportales que albergan numerosos negocios de hostelería, tiendas…
En Girona hay muchas más cosas para ver, pero nosotros nos dedicamos a callejear y perdernos por sus calles. Un buen paseo puede ser todo el recorrido de las murallas, que son una ampliación de las romanas durante la época medieval, con varios miradores sobre la ciudad y alrededores.

 

 

 

 

 

Nos habría gustado visitar también el Museo de los Judíos, pero al ser domingo sólo abrían por la mañana y en su lugar nos decidimos por el Museo del Cinema (5 €). En total, hay 6 museos en la ciudad y si entras en uno de ellos, tendrás un descuento de un 50% en el resto.

 

 

 

A nosotros el del cine nos gustó bastante y no os quitará más de 2 horas. Justo enfrente, hay una tienda de juguetes que nos llamó muchísimo la atención debido a su trabajado escaparate.

 

 

Estábamos cansados, nos había llovido un poquito y queríamos irnos de vuelta al hotel, pero antes paseamos un buen rato por el Parque de la Devesa, considerado como uno de los parques urbanos más grandes de Cataluña. Todos los martes y sábados por la mañana se celebra en él el Mercado de las Ribes del Ter.

 

 

Y lo más típico de Girona, o por lo menos lo que ya más conocía, son las típicas casas de colores a la orilla del río Onyar, que me recordaron, salvando las distancias, al Puente Vecchio de Florencia. Ya véis que hoy estoy en plan melancólico recordando grades viajes.

 

 

 

 

 

Por cierto, si lleváis el coche, hay bastante aparcamiento gratuito cerca del puente de Sant Feliu y unos baños públicos, que aunque no usamos, parecían bastante grandes y limpios. Y si queréis reservar vuestro hotel, nosotros siempre lo hacemos con Booking.

Verónica

Escribiendo sobre viajes, escapadas y rutas de senderismo desde 2009. Técnica Superior en Agencias de Viajes.

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22 comentarios en «Qué ver en Girona en un día?»

  1. Invitación – E
    Soy brasileño.
    Pasei acá leendo , y visitando su blog.
    También tengo un, sólo que mucho más simple.
    Estoy invitando a visitarme, y si es posible seguir juntos por ellos y con ellos. Siempre me gustó escribir, exponer y compartir mis ideas con las personas, independientemente de su clase Social, Creed Religiosa, Orientación Sexual, o la Etnicidad.
    A mí, lo que es nuestro interés el intercambio de ideas, y, pensamientos.
    Estoy ahí en mi Simpleton espacio, esperando.
    Y yo ya estoy siguiendo tu blog.
    Fortaleza, la Paz, Amistad y felicidad
    para ti, un abrazo desde Brasil.
    http://www.josemariacosta.com

  2. Tengo muchas ganas de ir a Girona, pero me han quitado el vuelo que tenía desde Sevilla barato, tendré que aprovechas cuando vaya por BCN para acercarme porque cada vez que veo fotos me aoetece mucho estar allí. Cuando vaya tiraré de tu estupenda entrada, una guía magnífica de lo que hay que ver. Un besote!

  3. Pues no conozco yo la ciudad y mira que ya me habían dicho que era bonita. Habrá que ponerlo en la lista de pendientes.
    Se cotizan caros los besos de Artabria, jejeje. Bueno, probablemente yo tampoco se lo hubiera dado 😉
    Un saludote

  4. Antonio, eso de irnos primero cuánto más lejos mejor, es el debate que siempre está presente, jeje. Supongo que todos pensamos eso de que lo que está más cerca lo podemos ver en cualquier momento 😉 La provincia de Girona es altamente recomendable, en unos días os seguiré hablando de ella…

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