Laxe: qué ver y qué hacer

Hacía tiempo que no hacíamos una ruta de senderismo y como por unos problemillas médicos no sabíamos si aguantaríamos una más larga, nos decidimos por la PR-G70 «Sendeiro de Laxe a Punta Ínsua», que consta de algo más de 5 km. De esta manera, poníamos a prueba nuestro cuerpecito y aprovechábamos para volver a Laxe y descubrir un lugar cercano, el Monte Neme, del que os hablaremos en próximos artículos.
La ruta es circular en su mayoría, aunque también hay un pequeño tramo lineal. Comienza en la plaza Ramón Juega (43.221516, -9.005504), en las inmediaciones del Paseo Marítimo. Tras cruzar el arco de piedra ya veréis indicaciones de la ruta o, en su caso, del faro.
La primera parada es el Mirador de Ínsua, ahí podréis escoger ir a la izquierda y ver antes de nada la famosa Playa de los Cristales o, como hicimos nosotros, escoger la derecha hacia Punta Ínsua.
El camino no reviste dificultad excepto una pequeñísima subida con bastante pendiente a través de las rocas, pero vale la pena porque caminamos pegados al mar, disfrutando de las vistas y la brisa marina.
Tras la llegada al faro, no subimos al aparcamiento del asfalto, si no que continuamos a través de los acantilados hasta llegar a la Pedra dos Namorados (una piedra en la que los «amantes» grababan sus nombres y que a mí, particularmente, me parece un horrible gesto hacia la naturaleza) y la Furna do Asno.
 
 
Desde allí ya sólo son unos minutos hasta una de las mejores paradas de esta pequeña ruta, la Playa de los Cristales (Praia dos Cristais) (43.226872, -9.009648). A esta famosa y pequeña cala se puede llegar a pie tanto realizando esta ruta como desde el centro de Laxe, ya que son unos pocos metros o incluso en coche, aparcando en el cementerio o en el Miradoiro da Ínsua del que os hablamos un poco más arriba. Y tened en cuenta que no se pueden extraer los cristales que nos encontremos.
El acceso a la Playa de los Cristales se hace a través de unos grandes escalones y de las rocas de la playa, así que tened cuidado con los niños y los mayores, porque un resbalón podría arruinaros el día.

Es un lugar bonito y muy fotogénico, pero no olvidéis que estos cristales fueron arrojados al mar hace años y devueltos a la costa pulidos por la fuerza del mar. Menos mal que ahora empezamos a estar un poco más concienciados con el maltrato a la naturaleza que cometen algunos.

Desde la Playa de los Cristales, la siguiente parada del sendero PR-G70 es la ermita de Santa Rosa. Nosotros llegamos a ella en coche, pero os recomendamos que lo hagáis a pie, ya que no es un camino sin salida y en días con algo de tráfico puede ser un auténtico caos. Lo que hicimos, antes de visitar la ermita fue volver al centro de Laxe para ver más de cerca la preciosa Iglesia de Santa María da Atalaia, llamada así por, como bien habréis supuesto, por su atalaya, construida para vigilar los barcos que se acercaban a la playa o incluso de ballenas.
Tras esto, cogimos el coche y nos acercamos a la ermita de Santa Rosa de Lima que, indudablemente, nos hizo recordar nuestro paso por Lima hace un par de años y concretamente al convento de Santo Domingo en donde se encuentras los restos de Santa Rosa de Lima, San Juan Macías y San Martín de Porres.
Era hora de dejar el centro de Laxe y comer. En esta ocasión decidimos llevarnos unos sandwiches y comer al aire libre. A pesar del frío y de la comida, comer con estas vistas no tiene precio. Este pequeño merendero está cerca del Faro en donde, por cierto, hay un merendero mucho más grande pero también más masificado. Nosotros tuvimos suerte y nos encontramos este a pocos metros y pudimos estar completamente solos.
 
Tras el breve receso para comer, pusimos rumbo a algunos miradores y lugares que no queríamos perdernos, como la Playa y la braña de Soesto (43.212833, -9.019753), por la que además pasa la ruta de senderismo PR-G114, Sendeiro Laxe . Traba, de 8 km sólo ida. Si la deseáis hacer ida y vuelta, para que os hagáis una idea, desde Soesto hay unos 6,2 km a Traba y 2,5 km a Laxe. Nosotros la guardamos en pendiente ahora que, tras unas semanas de movimiento, ya podemos caminar los 16 km sin problemas.
Y la última parada del día fue el Mirador de Monte da Lagoa (43.176797, -9.011206). Cuidado aquí porque los indicadores de la carretera están oxidados y son ilegibles y si lleváis GPS os intentará meter por un camino que no existe. Nosotros lo apagamos y seguimos las indicaciones de Google Maps. Y hasta aquí nuestro día en Laxe. Esperamos haberos resuelto la pregunta de qué ver en Laxe y alrededores 😊

Verónica

Escribiendo sobre viajes, escapadas y rutas de senderismo desde 2009. Técnica Superior en Agencias de Viajes.

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