Alemania en 12 días: Qué ver en Lübeck?

Aunque Lübeck lo teníamos en mente cuando preparábamos este viaje, lo habíamos sacado de la lista al igual que Düsseldorf, Bonn…pero, al final, cambiamos de idea esa misma mañana y en vez de irnos directamente a Berlín, pasamos primero por esta ciudad, declarada Patrimonio de la Humanidad en 1987 por ser un «modelo de ciudad occidental del s. XII».
 Aunque Lübeck está a 20 km del mar, es el puerto comercial más importante del Báltico. El río Trave rodea todo el casco histórico.
 La visita debería de empezar en el Holstentor, una enorme puerta construida en 1478 en ladrillo rojo. En su interior se encuentra el Museo Histórico de la cidad. Al lado de esta puerta se encuentran los Salzpeicher, los antiguos depósitos de sal.
 Otra razón más para empezar en el Holstentor es que la oficina de turismo está allí al lado. Eso sí, si queréis un plano de la ciudad os costará 0,90 céntimos.

Si queréis ver Lübeck desde las alturas, podéis subir a la iglesia de St. Petri, desde donde obtendrás panorámicas como éstas:

 Desde Petrikirche podéis dirigiros hacia la Dom. La primera piedra fue colocada en 1173 por Enrique XII el León y es la iglesia más antigua de Lübeck. En ella confluyen varios estilos arquitectónicos, es de origen románico, aunque tiene varias salas góticas y aunque sufrió grandes daños en la II Guerra Mundial, en su interior se conservan obras de arte de los siglos XV, XVI y XVII
 En la plaza principal nos encontraremos con el Rathaus (ayuntamiento) y la iglesia de St. Marien. El primero data del s. XIII y la segunda es la iglesia gótica de ladrillo más grande de toda Alemania.  Nosotros no entramos porque estaba en obras.
 La calle pararela al ayuntamiento, Breite, está repleta de tiendas y restaurantes y está llena de vida.
 No os perdáis tampoco la calle Petergrube, paralela a la iglesia de St, Petri flanqueada por edificios góticos, barrocos y neoclásicos.
 En el número 14 de esta calle se encuentra el Theater Figuren Museum, con una colección privada de 2000 marionetas y títeres procedentes de todo el mundo.

Si sois fans del ganador del Premio Nobel de Literatura de 1999, Günter Grass, podréis visitar su casa museo en la  Glockengiesserstrasse.

Para terminar la visita a Lübeck, nada mejor que tomarnos un café o un té, acompañados de magníficos mazapanes en el café Niederegger. Os puedo decir que a mi no me gustan nada los mazapanes, pero los del café Niederegger me encantaron. Y aunque nosotros no tomamos nada en el café, sí que compramos mazapanes para nosotros y para la familia porque la tienda es inmensa y hay mazapanes de todos los sabores, además de numerosos pasteles y tartas caseras.

Verónica

Escribiendo sobre viajes, escapadas y rutas de senderismo desde 2009. Técnica Superior en Agencias de Viajes.

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