Cinque Terre en 1 día

Las Cinque Terre, al igual que las Dolomitas, eran un destino al que le tenía muchas ganas. En un principio, le íbamos a dedicar dos días enteros, pero tras el primero, decidimos que era suficiente. No porque la zona no fuese bonita, si no porque la temperatura era altísima y el volumen de turistas no era mucho más bajo tampoco. Esos dos factores fueron los principales para que decidiésemos que con un día era suficiente.

Cinque Terre

Las Cinque Terre es una zona de la región de Liguria, en el norte de Italia y está compuesta, básicamente, por cinco pequeños pueblos: Monterosso, Vernazza, Corniglia, Manarola y Riomaggiore.

Aunque es posible alojarse en ellos, nosotros, por razones prácticas optamos por dormir dos noches en La Spezia, una ciudad que no nos gustó nada.

A las Cinque Terre se puede llegar en tren o en barco y entre ellos, también a pie.

Cinque Terre: cómo llegar

Supongamos que estás alojada/o en La Spezia o en Génova. La forma más cómoda es hacerlo en tren. Hay varias tarjetas que se puede comprar, nosotros compramos la Carta 5 Terre válida por un día, que nos proporcionaba acceso ilimitado al tren y a los buses lanzaderas en los pueblos que los había y también a los senderos (18,20 euros/persona). Sí, para caminar entre los pueblos de las Cinque Terre es necesario pagar. Cuando estuvimos, en octubre de este año, únicamente había dos senderos abiertos, los que iban de Monterosso a Vernazza y de Vernazza a Corniglia, que son los que son de pago; el resto está cerrado, por mantenimiento, desprendimientos … y son gratuitos.

El billete de tren sencillo cuesta 5 euros, por lo que sale bastante rentable adquirir una de las tarjetas.

También es posible hacer excursiones en barco, sin duda, es un punto de vista bastante bueno, teniendo en cuenta que las Cinque Terre están encaramadas en precipios que dan al mar.

 Monterosso

Empezamos el día en Monterroso. Nada más bajarnos del tren, nos dirigimos hacia el Hotel Porto Roca, desde donde sale el sendero hacia Vernazza. Allí podrás validar tu tarjeta o adquirir el billete para el sendero. La ruta no parecía complicada y puede que no lo fuese, pero el calor, la humedad y el desnivel la convirtieron en un pequeño infierno. Son 3,5 km que se realizan en 1h30.

La verdad, es que las vistas son bonitas cuando sales de Monterosso y cuando estás llegando a Vernazza pero, sinceramente, en esas condiciones no valió la pena el esfuerzo.

Monterroso es el que ofrece más servicios y dispone de buenas playas, aunque algunas son de acceso privado para los clientes de los hoteles.

Vernazza

Llegamos a Vernazza y buscamos un lugar para comer. Había tanta gente que se hizo imposible comer sentados en un restaurante, por lo que compramos un par de focaccias y nos sentamos en uno de los pocos bancos que estaban disponibles, viendo el ir y venir de turistas.

El encanto de Vernazza recae en su pequeño puerto rodeado con bonitas casas pintadas de vivos colores. Es posible visitar la iglesia de Santa Margherita di Antiochia, unas torres del siglo XI y el castillo de Doria.

Corniglia

Aunque teníamos pensado realizar a pie el trayecto desde Vernazza hasta Corniglia, debido a las altas temperaturas que os comentaba antes, decidimos hacerlo en tren. Los trayectos ferroviarios duran unos 5 minutos entre cada pueblo.

Corniglia es la única  que no se encuentra directamente sobre el mar, sino en lo alto de un promontorio rocoso de unos cien metros de altura, rodeado de viñedos y terrazas típicas de Liguria con muros de piedra. Para llegar al centro Corniglia es necesario subir la escalera Lardarina (377 escalones) o tomar el autobús lanzadera desde la estación. Es la única ciudad de Cinque Terre a la que no se puede llegar por mar.

Cuando bajamos del tren había tanta cola para el bus que nos tocó subir a pie. Cuando llegamos al pueblo, lo primero que hicimos fue sentarnos y tomarnos algo fresquito.

Manarola

Manarola, para mí, es el pueblo más bonito de las Cinque Terre. Está encaramado sobre un empinado promontorio rocoso, con su pequeño puerto y sus coloridas casas. Es en donde vimos más gente disfrutar del mar. Si te alejas un poco del puerto, obtendrás unas mejoras vistas.

Riomaggiore

Riomaggiore fue el último destino del día. Es conocido por sus preciosos atardeceres y aunque ya estaba cerca, no esperamos a que el sol cayese del todo, pero sí que disfrutamos de la panorámica desde unas rocas que daban directamente al mar.

Verónica

Escribiendo sobre viajes, escapadas y rutas de senderismo desde 2009. Técnica Superior en Agencias de Viajes.

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