Durante las vacaciones de verano pasamos 10 días en Canarias, estuvimos 6 días en Tenerife y 3 días en La Gomera, aunque hubo un décimo día en el que lo pasamos entre las dos islas.
Tabla de contenidos
La Gomera: llegada desde Tenerife
Aunque hay varias maneras de llegar desde Tenerife a La Gomera, nosotros nos decidimos por el ferry, al igual que en el verano de 2020 cuando estuvimos entre Lanzarote, Fuerteventura y La Graciosa. La compañía que utilizamos fue Fred Olsen (casi 190 euros, ida y vuelta, 2 personas y el coche).
El trayecto dura 50 minutos, sale desde el puerto de Los Cristianos, al lado de la famosa playa del sur de Tenerife del mismo nombre y llega a la capital de La Gomera, San Sebastián.
La Gomera: qué ver
Día 1: de San Sebastián de la Gomera a Valle Gran Rey
Valoramos muchas opciones de alojamiento para La Gomera, pero al final nos decidimos por una de las localizaciones más turísticas de la isla, Valle Gran Rey, concretamente el hotel Gran Rey.
Fue una buena opción, ya que el desayuno era maravilloso, la habitación cómoda y dispone de una piscina en la terraza superior que aunque no muy grande sí que te ofrecía unas vistas de infarto de 360º, con la playa en el frente y las montañas del Valle Gran Rey a las espaldas. Unos buenos baños nos dábamos por las tardes e incluso por las mañanas. Una maravilla!!
San Sebastián de la Gomera
La playa urbana de la capital no está demasiado masificada y hay bastante aparcamiento en sus inmediaciones. La ciudad en sí no tiene muchos monumentos que destaquen sobremanera, pero su casco histórico es bastante bonito, con sus casas tradicionales y algunos pequeños museos.
Desde San Sebastián de la Gomera partió Cristóbal Colón en el viaje del descubrimiento de América (última parada en España) y es algo que tienen bastante presente durante el paseo Marítimo. Otros puntos de interés serían la Casa de la Aguada, la iglesia de la Asunción, el Museo Arqueológico (2,5 €/persona) y la Torre del Conde, que la fortificación militar más antigua de todo el archipiélago canario.
De camino a Valle Gran Rey
La carretera que une las dos poblaciones es una auténtica maravilla y dispondrás de varios miradores en los que parar a deleitarte. No daremos nombres de miradores, porque hay tantos que sería imposible enumerarlos. Así que la recomendación es que pares en los que te apetezcan o te cuadren mejor, porque la mayoría te ofrecerá buenas panorámicas.
El Valle Gran Rey tiene uno de los palmerales más frondosos de La Gomera. Uno de los miradores más conocidos es el de Palmarejo, obra del famoso César Manrique, pero nosotros nos lo encontramos cerrados y tenía pinta de que llevaba una temporada en ese estado.
Día 2: Parque Nacional Garajonay, Vallehermoso y Mirador de Abrante
Parque Nacional Garajonay
La razón más importante del viaje a La Gomera era visitar el Parque Nacional Garajonay, y si lo tuviese más cerca creo que nunca me cansaría de hacer rutas por él. Parece que estás en una selva, pero en realidad te encuentras en un bosque de laurisilva, superviviente la Era Terciaria. La laurisilva está formada por varias especies de árboles y plantas que crecen gracias a la gran humedad que proporcionan las nieblas y las temperaturas constantes a lo largo del año.
El Parque Nacional Garajonay es un tesoro ecológico que, desde 1986, es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
Entre los dos días que estuvimos por la zona realizamos varias pequeñas rutas. Si vas a la oficina de turismo te darán un mapa de senderos de la isla con toda la información que necesitas. Y no solo del Garajonay, aunque por falta de tiempo no pudimos visitar el Parque Natural de Majona (en el este de La Gomera) ni el oeste.
Vallehermoso
Vallehermoso es bastante grande en superficie, por lo que alberga diversidad de microclimas y paisajes. Se puede visitar la iglesia de San Juan Bautista, la presa de La Encantadora, el Jardín Botánico y el Parque Marítimo.
Mirador de Abrante
El mirador de Abrante se encuentra en el municipio de Agulo, que al contrario que Vallehermoso, es el más pequeña en superficie. En el casco histórico encontrarás estrechas calles empedradas, con casas señoriales tradicionales. Vale la pena recorrer el centro de visitantes de Juego de Bolas.
El mirador de Abrante te dejará sin palabras si lo tuyo no son las alturas ni los suelos acristalados. Dispone de un voladizo de cristal de 7 m de longitud. Bajo nuestros pies, veremos el valle de Agulo, a nada más y nada menos que 400 metros de profundidad. Y si miramos un poco más allá, Tenerife.
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Día 3: Parque Nacional Garajonay y Hermigua
Hay que madrugar si queremos encontrar aparcamiento en los comienzos de ruta del parque y eso hacemos. Volver a pasear por esos frondosos bosques, con ese verde ten hermoso y ese musgo que lo recubre todo es una auténtica gozada.
Hermigua
Hermigua se encuentra en un espectacular valle verde muy fértil. La playa de Santa Catalina es una de las más conocidas de la zona, en donde además se encuentras los restos del Pescante, construido a principios del s. XX para dar una salida rápida hacia Europa de los productos de la isla. No podemos dejar el pueblo sin visitar el Museo Etnográfico o el Casería de El Cedro.
El cuarto día ya ni os lo contamos, porque nos dedicamos a pasear por la playa y darnos baños tanto en ella como en la piscina del hotel. A media mañana no dirigimos hacia la capital, comemos y embarcamos hacia Tenerife, en donde aprovecharemos para un bonito paseo por las playas de la zona sur y una rica cena. A dormir para madrugar, ya que nuestro vuelo salía a primera hora de la mañana.