Peloponeso en 3 días: visitas imprescindibles

El Peloponeso es uno de esos nombres que sale en todos lados cuando empiezas a buscar infomación para preparar tu viaje a Grecia. El Peloponeso es una península que está unida al continente por el istmo de Corinto (de 6 km de ancho), en donde se encuentra el famoso canal del mismo nombre y que está repleta de ruinas clásicas y medievales.
Si te preguntas qué ver en el Peloponeso, puede que el canal de Corinto sea la primera parada, sobretodo si vienes desde Atenas. A nosotros nos habría gustado verlo, pero nos metimos en la autopista y no vimos ninguna indicación, por lo que cuando nos dimos cuenta ya estábamos en la primera parada de este Peloponeso en 3 días.

QUÉ VER EN EL PELOPONESO EN 3 DÍAS? 

CORINTO Y ACROCORINTO

El primer día por el Peloponeso podéis aprovechar para visitar la antigua Corinto (entrada: 4 euros, gratis para estudiantes) y Acrocorinto (acceso libre).

La antigua Corinto fue fundada en el neolítico y arrasada por los romanos en el 146 a.c, aunque 100 años después fue reconstruida por estos mismos. San Pablo la visitó en el 52 d.C, os suena la Carta a los Corintios? 😉

Hoy en día no queda mucho de esta majestuosa ciudad, en la que vivieron más de 750.000 personas y que fue destruida en varias ocasiones por otros tantos terremotos durante la época bizantina. Las ruinas de la Antigua Corinto son las ruinas romanas más grandes de toda Grecia. 
 La estructura que más llama la atención durante la visita a la Antigua Corinto es el Templo de Apolo, uno de los pocos edificios conservados por los romanos. También se conservan 3 columnas corintias del Templo de Octavia. El teatro y el Odeón costeado por Herodes Atico se encuentran fuera del recinto, atravesados por la carretera que sube a Acrocorinto.
 La Vía de Lequeo era una vía pavimentada de mármol que unía el puerto de Lequeo, a unos 8 km, con la ciudad.
 En nuestros planes no estaba la visita de Acrocorinto, ni siquiera habíamos oído hablar de ella, pero sabiendo que estaba a unos 4 km de la Antigua Corinto decidimos visitarla y fue todo un acierto. Acrocorinto fue una de las fortalezas medievales más importantes. En el museo de la Antigua Corinto podrás aprender más sobre ella, pero cuando nosotros fuimos estaba cerrado por ser lunes. Una auténtica lástima!
 La visita de Acrocorinto no es apta para todos los públicos. Está construida sobre una colina y la subida se hace bastante complicada, aunque todavía más la bajada por ser un pavimento de rocas bastante resbaladizas. Id con mucho cuidado!

Acrocorinto estaba protegida por tres puertas de tres épocas distintas. La primera, turca; la segunda, franca y la tercera y más alta, bizantina. Hay restos de minaretes, tumbas árabes, mezquitas y capillas esparcidos en 24 hectáreas de terreno repartido en terrazas. Acrocorinto fue abandonada hace más de 200 años, cuando los turcos que la habitaban fueron derrotados.

 Nosotros pasamos las tres puertas pero no continuamos mucho más allá ante la falta de información y dimos la vuelta tras visitar la pequeña capilla de la foto superior.

NAUPLIO

Qué equivocados estábamos cuando creímos que Nauplio únicamente sería un buen campo base para conocer el sur del Peloponeso!! Es una ciudad encantadora que en verano debe de multiplicar sus habitantes. Dicen de Nauplio que surgió en el s. XIII y que soportó muchísimos asedios durante las luchas que Venecia y Turquía mantuvieron en esta zona. Además, fue la primera capital de la Grecia libre, entre 1829 y 1934.
Hay dos puntos de interés que destacan sobre el resto, que son Acronauplia y Palamidi. Palamidi fue, precisamente, la primera visita en esta encantadora ciudad (entrada: 4 euros, gratis para estudiantes). Se trata de una enorme ciudadela veneciana construida entre 1711 y 1714. A pesar de su espectacular aspecto, cayó ante los otomanos en 1715 tras sólo una semana de asedio. Es el complejo de Grecia más grande de este tipo y tras su muralla se encuentran siete fortalezas independientes. El símbolo de Venecia, el león, está presente en varios puntos de Nauplio, también en el Palamidi, concretamente en el fuerte Andréas.
Nosotros llegamos a Palamidi poco antes del cierre, por lo que en la taquilla nos advirtieron que lo mejor estaba «todo recto y a la izquierda» 🙂
 Esta pequeña isla que se puede ver en la foto inferior, es Bourtsi. Se trata de una fortaleza que fue, hasta 1930, la residencia del verdugo local. Su función era la de proteger el único paso navegable de la bahía. Dicen, al igual que ocurre en Ferrol, que el canal se podía cerrar extendiendo una cadena desde Bourtsi hasta la ciudad.
Acronauplia fue una antigua ciudad bizantina y medieval que albergaba 4 castillos venecianos. La entrada es libre porque es un recinto abierto, una especie de enorme parque en donde pasear y aprender un poquito de la historia de la bella Nauplio.
Como os decíamos más arriba, Nauplio fue nuestro campo base para conocer Corinto, Acrocorinto, Micenas y Epidauro.



DÓNDE COMER EN NAUPLIO?

– Epi Skinis (enfrente del Museo de la Guerra)
– Teory Oldtown bar
– Mentor bar and grill
– Pergamonto (para desayunar y merendar postres griegos)

Todas las opiniones las podrás encontrar en nuestro perfil de Tripadvisor.

Pollo al Ouzo, el licor típico griego
Pollo souvlaki

 DÓNDE DORMIR EN NAUPLIO?

Nosotros lo hicimos en Kyveli Suite. Un lugar muy agradable y el que, cada mañana, te suben el desayuno a la habitación.

 MICENAS Y EPIDAURO

Micenas (entrada, 6 euros, gratis para estudiantes) y su famosa Puerta de los Leones es una visita imprescindible en cualquier ruta por el Peloponeso. La fortaleza de Micenas fue descubierta por Heinrich Schliemann en 1874. Se trata de una ciudadela en la que habitaba únicamente la clase gobernante entre 1700 y 1100 a.c.
Como en casi todas las ruinas griegas, hay que hacer un gran ejercicio de imaginación para hacerte una idea de su espectacularidad.  Lo que se puede visitar en Micenas son los restos del Palacio Real, de varias tumbas y la escalera secreta que llevaba a la cisterna, que proporcionaba agua a través de un manantial exterior en época de asedios.
 El museo, aunque pequeño, es muy interesante. Aunque disponen de audioguías, no la tienen en español.
 La entrada de Micenas incluye la visita al Tesoro de Atreo, unos metros más abajo. A los nobles de Micenas se les enterraba en círculos funerarios (como los que se pueden ver en la antigua ciudad) o más tarde en tholos (bovedas circulares), como es el caso del Tesoro de Atreo, también conocido como la Tumba de Agamenón, aunque está comprobado que no pudo ser este famoso rey (el comandante de la expedición a Troya) el enterrado en ella. Aunque, a simple vista, parece una construcción «sencilla», su interior te sorprende por la increíble altura que adquiere y su terminación abovedada.
La siguiente visita del día sería Epidauro (entrada, 6 euros; gratis para estudiantes), conocida sobre todo por su grandioso teatro. Epidauro fue un centro terapéutico y religioso dedicado al dios Asclepio. Este santuario estuvo activo desde el s. VI a.c. hasta el s. II d.c.
El teatro de Epidauro tiene una acústica casi perfecta y pudimos comprobarlo cuando ya estábamos abandonando el lugar y nos detuvimos al escuchar cantar a una mujer desde el centro del recinto. Sorprende de este teatro que se mantuviese oculto hasta la década de 1970, sobre todo teniendo en cuenta que el museo (a escasa distancia) fue inaugurado en 1909.

Este santuario contaba también con un estadio y varios templos.

 Tras pasar el día visitando yacimientos arqueológicos, acabamos el día dando un breve paseo por Nauplio y merendando lukumades y baklava, dos postres típicos, en un local llamado Pergamonto.
Lukumades y baklava recubierto de chocolate



OLIMPIA

Antes de abandonar el Peloponeso hacia Delfos y Meteora, todavía nos quedaba una última parada: la antigua Olimpia.

Durante más de 1000 años, la antigua Olimpia fue un importante centro religioso y atlético. Este santuario constaba de varios templos y edificios. Durante el reinado de Adriano (117-138 d.C.), Olimpia perdió su importancia.
Las columnas de la antigua palestra es lo que más llama la atención durante la visita. Aquí entrenaban los antiguos atletas. Una pena que del Templo de Zeus se conserve poco, pero si fijas en las dimensiones de sus columnas te harás una idea de lo grandioso que tuvo que ser. Precisamente, el estadio es lo que menos nos gustó, tan sólo se conserva la entrada del s. III a.c. con su techo abovedado. Además, es el tercero que se construyó en la antigua Olimpia.
No os perdáis la visita al museo. Como pudimos comprobar, todos estos pequeños museos son muy interesantes y aprenderás muchísimo más sobre estos antiguos santuarios y sus moradores y visitantes.

DÓNDE COMER EN OLIMPIA?

Tzatziki con pan de pita calentito, rico rico y con fundamento
 Al ir en temporada baja, ahorramos dinero en las entradas a museos y recintos arqueológicos, pero tuvimos que andar con prisas porque todos cerraban a las 15 h. Olimpia, además, en temporada baja es una ciudad muerta. La mayor parte de hoteles y restaurantes estaban cerrados y a media tarde estábamos muertos de aburrimiento, deseando que llegara el siguiente día para ponernos en marcha.
En Olimpia comimos en la taverna Symposio. Bueno, bonito y barato. Amables y además nos ofrecieron gratuitamente una naranja con azúcar super refrescante como sobremesa. Podéis leer la opinión en nuestro perfil de Tripadvisor.
Gemistá, otro plato típico, tomates rellenos de arroz y verduras
También cenamos en Olimpia, pero no sabemos el nombre ya que estaba en griego y no lo localizamos en internet. Era un local frecuentado por los locales, en los que puedes llevarte la comida para casa. Nosotros, evidentemente, comimos allí. El plato escogido fue un gryos, que aunque es una especie de kebab envuelto en pan de pita con tzatziki, a mi me lo sirvieron en plato.
Gyros emplatado. Yo quería el típico y no este!!

DÓNDE DORMIR EN OLIMPIA?

Nosotros lo hicimos en el Neda Hotel, que no os recomendamos. Se resume en instalaciones antiguas y sucias y nula insonorización.

Verónica

Escribiendo sobre viajes, escapadas y rutas de senderismo desde 2009. Técnica Superior en Agencias de Viajes.

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4 comentarios en «Peloponeso en 3 días: visitas imprescindibles»

  1. Muy buen planning, ya ando con los dientes largos de envidia, aun no entiendo como no he ido aun, jejeje. Vaya rollo lo del último hotel, me lo anoto para no asomar por allí. Un besote y como Mari Carmen espero volver pronto a visitar estas entradas, eso será señal de que por fin me toca la Grecia continental.

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