Teníamos hasta después de comer para pasear por la ciudad, ya que por la tarde cogeríamos el tren que nos llevaría a Bruselas (previo intercambio en Rotterdam).
Salimos del hotel pasando de nuevo por delante de la Stationsplein, en donde se ubica como su nombre indica, la Centraal Station. Este edificio está construido sobre tres islas artificiales unidas y tiene ciertas similitudes con el Rijksmuseum, también diseñado por Cuypers.
Pasamos cerca da la iglesia de San Nicolás y nos adentramos, de nuevo, en el Barrio Rojo. Al ser de día, apenas había gente, pero aún así había algunas prostitutas en sus ventanas que no tenían reparo en abrir la puerta y ofrecerse a los viandantes. Deciros que la visita nocturna fue de lo más normalita. Tampoco es que tuviera puestas muchas expectativas en este Barrio, pero lo único que ves es una marabunta de gente y un montón de luces rojas en las ventanas que indican qué tipo de local es.
Desde allí, pasamos de nuevo por la Oude Kerk, la iglesia vieja. Llama la atención sobre todo por la noche porque está rodeada de esas luces rojas de las que os hablaba en el párrafo anterior.
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Una foto sin glamour, pero curiosa |
Continuamos hacia Nieuw Markt, antiguamente el corazón del barrio judío
Nos dejamos llevar, deambulando por sus calles y disfrutando del día a día de sus habitantes hasta llegar a la zona de los museos, la Museumplein, con el Rijksmuseum, el Vincent Van Goghmuseum y el Stedelijk Museum.
Nosotros no entramos en ninguno por falta de tiempo. Como os decía en anteriores posts, nuestra idea principal era dedicarle una semana a Holanda y otra a Bélgica, pero únicamente podíamos disponer de una y nuestra prioridad, en este momento, era el país vecino. Así que entre la falta de tiempo y que ninguno de los dos somos mucho de museos de arte, decidimos que lo mejor era callejear por la ciudad y difrutar de los pueblos cercanos de renombre, como Volendam, Edam o Zaanse Schans, Otro de los que tienen mucha fama y merecida, es Marken, al que puedes llegar en ferry o en coche.
Alguien tenía ganas de un segundo desayuno y encontramos un local muy cerca de los museos llamado Bagels and Beans (Van Baerlestraat, 40). Es un sitio muy acogedor en donde también sirven algunas comidas ligeras. Nosotros nos decantamos por un café con leche, un rooibos con limón y un muffin de manzana por 7,60 €.
Tras reponer fuerzas nos acercamos al Vondelpark, auténtico pulmón verde de la ciudad y continuamos hasta Leidseplein, otra de las bonitas plazas de Amterdam
Terminamos nuestro paseo en la Plaza Dam y en su conjunto monumental: el edificio del Madame Tussaud´s, el Palacio Real, el Monumento Nacional, la antigua oficina central de correos (que hoy en día es un gran centro comercial), la Nieuwe Kerk (iglesia nueva)…
El Monumento Nacional la Liberación de la ocupación alemana durante la II Guerra Mundial es un obelisco de 22 m, de altura.
Acabo esta entrada, expresando mi mal sabor de boca con esta ciudad. He de decir que tampoco era uno de mis destinos preferidos y me quedo con los pueblos cercanos antes que con Amterdam. En general, me pareció un poco sucia, con un olor omnipresente a porro y un auténtico caos para los peatones, ya que sus calles están tomadas por ciclistas y aunque algunos respetan las señales de tráfico hay otros que ni de broma.
Si podéis, conocerla a pie, es la única manera de conocer una ciudad tan especial como esta.
Podéis ver fotos de algunos de los sitios mencionados en este artículo en la entrada anterior, Amsterdam en 2 días (I)
Como mola eso de un segundo desayuno, Jajaja creo que os lo voy a copiar.
No conozco Ámsterdam, siempre leo maravillas de la ciudad, pero me gusta leer también opiniones menos positivas para no tender a idealizar y luego decepcionarse.
Saludotes!
Iciar, a Luismi le encantó. A mi, no demasiado. Creo que la visita vale la pena, pero no es ni de lejos de los lugares que más me hayan gustado.
Lo del segundo desayuno lo hacemos a veces en los viajes, ya sabes, la dura vida del viajero 😛
Quebueno el segundo desayuno xD
Está muy bien tener opiniones de todo tipo para valorar. Por ejemplo, a mi me gustó Oporto, a Jordi no tanto…para gustos 😉
Pues a mí me gustó, pero no repetiría, a no ser para un evento especial en la ciudad. Yo la recorrí a pie y como es pequeñita en un fin de semana consigues ver lo más importante, y eso es de agradecer! Me gustó mucho la visita a la casa de Anna Frank.
Un saludo!
Diana, nosotros la casa de Anna Frank decidimos no visitarla. Sabíamos de sus largas colas y, esta vez, quisimos callejear. A mi no es que me disgustara, pero esperaba más de ella.
Verónica, a mi Oporto me gustó la segunda vez que la visité jaja.
El segundo desayuno va a ganar adeptos 😛
Amsterdan lo tengo en pendientes y es de estos sitios que tienes como muy próximos pero no llegan nunca. Mi cuñada vive allí y a ver si encuentro vuelos baratos para ir. Ya te pediré consejo si llega el momento 🙂
Por cierto, yo también soy de segundo desayuno jejeje. Un abrazo!
Es una ciudad que no conozco, pero como todo el mundo dice que está muy bien, pues está bien encontrar otra opinión como la tuya.
Ya veo que somos muchos los del "segundo desayuno", jejeje.
Un abrazo!