Llegamos a Amsterdam a última hora de la tarde procedentes de su aeropuerto. Para llegar a la Estación Central lo hicimos en tren por un precio de 5,50 euros. Tienes que comprar el ticket en una máquina expendedora y luego ticarlo en los lectores que hay en los accesos a las vías.
Nuestro paso por el aeropuerto fue un poco «accidentado», ya que cuando fuimos a recoger nuestra maleta a la cinta, vimos que dos personas distintas la cogieron antes de llegar a nosotros. Y eso que siempre lleva una etiqueta con nuestra nombre y un lazo azul de Galicia!! No nos lo podíamos creer cuando veíamos que la cogían y la volvían a poner en la cinta y hasta que se les caía una vez. Finalmente, llegó a nosotros, pero sin candado. Y eso que lo estrenaba en ese viaje. No sé que nos pasa con los candados de la maleta que se estropean, nos los rompen y hasta desaparecen!!
Nuestro hotel, el Ibis Styles Amsterdam Central Station, se encuentra a 500 metros desde la estación. Saliendo por la puerta principal, tenéis que cruzar la calle hacia la derecha, seguís andando unos metros y ya váis a ver en la esquina de la calle un bar Heineken. El hotel está justo pegado. Nos pareció excesivamente caro (302,21 €, dos noches con alojamiento y desayuno), pero es cierto que está muy bien ubicado y por mucho que miramos, no encontramos uno tan céntrico con mejor precio y que fuese «decente».
La estación central a la izquierda de la foto, desde nuestra habitación
Ese día sólo nos dió tiempo a ir caminando hasta la plaza Dam y cenar cerquita del hotel, en un local llamado Ava Cyril con una decoración un tanto peculiar.
El día siguiente iba a estar pasado de agua, pero eso no nos impidió hacer las tres visitas que teníamos programadas: Volendam, Edam y Zaanse Schans.
Para los dos primeros tuvimos que comprar un ticket válido para todo el día entre esos pueblos y Amsterdam. Su precio es de 10 euros, 7,50 euros un sólo viaje, así que la decisión estaba clara. El bus se coge en la Estación Central y los tickets se compran en una caseta que hay al lado del andén.
Nuestra primera parada fue Volendam. Un pequeño pueblo pesquero con mucho encanto. Desde allí puedes visitar algunas de las fábricas de queso, aunque nosotros nos dedicamos a deambular por el centro y por el puerto.
Le siguió Edam, precioso también y con una simpática trabajadora en su oficina de turismo que intentó enseñarnos algunas palabras en neerlandés sin demasiado éxito 😀 (Por cierto, en Holanda las oficinas de turismo se señalizan con una triple V de color azul).
Edam es una pequeña ciudad del s. XII con más de 177 monumentos históricos, de los que destacan la Speeltoren (torre con carrillón), la oficina de Correos y sus iglesias.
Paseando por los canles de Voorhaven y Nieuwe Haven, se pueden admirar las mansiones de la antigua burguesía. Cerca se encuentra la Fortaleza, constuído en 1900 para defender Amsterdam y declarada Patrimonio Mundial por el Unesco en 1996.
Tras visitar estos dos pueblos, cogimos el bus de vuelta hacia la Estación Central. Allí comimos en un Burger King y compramos los billetes de tren hacia Zaanse Schans. Se compran en la parte baja de la estación y su precio es de 6 euros ida y vuelta. El tren tiene que ir en dirección Vitgeest o Alkmaar y bajarse en Koog Zaandijk.
Zaanse Schans es un museo al aire libre formado por un conjunto de casas de madera que recrean una aldea del s. XVII.
Aquí podéis ver dónde se encuentra la estación de tren y cómo llegar a Zaanse Schans
Estas casas no son originales de aquí, sino que se trasladaron desde otros lugares del país. Podréis encontraros varios molinos y puentes levadizos. Algunos de los molinos se pueden visitar, nosotros lo hicimos con el De Kat (El Gato), un molino de producción de pigmentos y colorantes de 1782 (entrada: 3,50 €)
Llegamos a Amsterdam pronto para cenar, por lo que buscamos un local que nos habían recomendado con una famosa tarta de manzana en su carta. Se encuentra en el barrio de Jordaan y se llama Winkel 43. No nos trataron demasiado bien, pero damos fe de que la tarta estaba buenísima.
Desde allí nos dirigimos a la plaza Dam y paseamos por el Barrio Rojo, localizado entre las calles Oudezidjs Voorburgwal y Oudezijds Achterburgwal. Una vez terminada nuestra visita por el centro, cenamos al lado de la estación central y nos fuimos a dormir, ya que había que reponer fuerzas para el último día en Amsterdam.
Verónica
Escribiendo sobre viajes, escapadas y rutas de senderismo desde 2009.
Técnica Superior en Agencias de Viajes.
Nosotros el día que recorrimos los pueblitos también fuimos a Marken que es muy chulo. Vaya tela con los candados!!! Cómo pueden romperlos??? Un abrazo
Pues si que tengo ganas yo de volver por allí… lo miramos siempre y algún día caerá.
Nosotros nos evitamos todo el lío de buses y trenes porque teníamos nuestro coche, pero si merece la pena dedicarle un día aunque sea en transporte público. Te quedó pendiente Marken, pero tampoco te perdiste nada del otro mundo… Edam en tus fotos me parece bastante más bonito… y aunque estaba al lado de Volendam, no nos pasamos por allí.
Madre mia cuantos, recuerdos, hasta en lo de la lluvia, jeje. Cierto que los hoteles en Amsterdam no son baratos así que vuestra elección no estuvo nada mal, por ubicación y precio.
Solo conozco Amsterdan de Holanda y los pueblecitos tienen muy buena pinta, eso sí, ni loca voy a una fábrica de quesos, qué horror!! ja ja. Muy chulas las fotos. Un besote.
En una semana estoy allí aunque sólo tendré tiempo de visitar Amsterdam, los pueblos los tendré que dejar para la siguiente ocasión. A ver si no me encuentro lluvia… Saludos!!
Qué bonito se ve Volendam, nosotros llegamos de noche y no pudimos ver nada,y en Edam tampoco estuvimos y me quedé con las ganas de ir. Donde si fuimos fue a Marken y a mí me encantó, me parece un sitio precioso, y Zaanse Schans también! Que de recuerdos viajeros. Un abrazo!
Que bonitos, pese a la lluvia, los pueblecitos que visitasteis. Le tengo yo ganas a la zona… a ver si, ahora que estoy más cerca, cae algún día. Un saludo 😉
María, la lluvia creo que la tenemos todos presentes en algún momento de nuestro viaje, jeje. Sí, para estar en la zona en la que estaba, y visto los precios de ciertos hoteles, tuvimos "suerte"
Hola Verónica!! Me quedé con ganas cuando estuve en Ámsterdam de visitar algún pueblo como Volendam y Edam, pero lo dejé pendiente para otra visita a Holanda… Ahora me han entrada ganas de volver! jeje
Nosotros también utilizamos ese billete. Es muy práctico, lastima q no pudiéramos amortizarlo más a nuestras niñas no podemos saturar las porque sino no disfrutan, pero Volendam y Mantén son preciosos.
Que bonito!!! lo spueblso que has mostrado me encantan ^_^
Aps, y yo seguro que visitaría una fábrica de quesos jiji pero sería un peligro xD
Con ganas d leer mas 😉 un abrazo!
Nosotros el día que recorrimos los pueblitos también fuimos a Marken que es muy chulo.
Vaya tela con los candados!!! Cómo pueden romperlos???
Un abrazo
Pues si que tengo ganas yo de volver por allí… lo miramos siempre y algún día caerá.
Nosotros nos evitamos todo el lío de buses y trenes porque teníamos nuestro coche, pero si merece la pena dedicarle un día aunque sea en transporte público. Te quedó pendiente Marken, pero tampoco te perdiste nada del otro mundo… Edam en tus fotos me parece bastante más bonito… y aunque estaba al lado de Volendam, no nos pasamos por allí.
Madre mia cuantos, recuerdos, hasta en lo de la lluvia, jeje. Cierto que los hoteles en Amsterdam no son baratos así que vuestra elección no estuvo nada mal, por ubicación y precio.
Un saludo.
Solo conozco Amsterdan de Holanda y los pueblecitos tienen muy buena pinta, eso sí, ni loca voy a una fábrica de quesos, qué horror!! ja ja. Muy chulas las fotos. Un besote.
En una semana estoy allí aunque sólo tendré tiempo de visitar Amsterdam, los pueblos los tendré que dejar para la siguiente ocasión. A ver si no me encuentro lluvia… Saludos!!
Qué bonito se ve Volendam, nosotros llegamos de noche y no pudimos ver nada,y en Edam tampoco estuvimos y me quedé con las ganas de ir. Donde si fuimos fue a Marken y a mí me encantó, me parece un sitio precioso, y Zaanse Schans también! Que de recuerdos viajeros. Un abrazo!
Que bonitos, pese a la lluvia, los pueblecitos que visitasteis. Le tengo yo ganas a la zona… a ver si, ahora que estoy más cerca, cae algún día.
Un saludo 😉
Verónica, nosotros no las visitamos porque siempre vamos con el tiempo justo, pero algún queso habría caído.
Mari Carmen, justo estos días estoy oyendo hablar mucho sobre Marken y puede que nos equivocásemos al no escogerlo 🙁
Víctor, a nosotros nos gusta mucho más ir en nuestro propio coche, pero la verdad es que aquí el transporte público está muy bien.
María, la lluvia creo que la tenemos todos presentes en algún momento de nuestro viaje, jeje. Sí, para estar en la zona en la que estaba, y visto los precios de ciertos hoteles, tuvimos "suerte"
Pepa, así que no te gusta el queso? jaja
A mi no es que me encante, pero algunos sí. Lo malo, que a veces los productos lácteos me hacen daño 🙁
Kiana, espero que disfrutes de tu viaje. Si tienes dudas, todavía lo tengo reciente 😉
Laura, para la próxima vez, Marken estará entre nuestras excursiones.
Helena, sí, un poquito más cerca los tienes. Desde Ginebra puedes hacerte unos viajes chulos 😉
Hola Verónica!!
Me quedé con ganas cuando estuve en Ámsterdam de visitar algún pueblo como Volendam y Edam, pero lo dejé pendiente para otra visita a Holanda… Ahora me han entrada ganas de volver! jeje
Saludos,
Nosotros también utilizamos ese billete. Es muy práctico, lastima q no pudiéramos amortizarlo más a nuestras niñas no podemos saturar las porque sino no disfrutan, pero Volendam y Mantén son preciosos.