El primer día de nuestro Eslovenia en 4 días estuvo muy bien aprovechado, ya que visitamos tres de los puntos de interés que nadie debería perderse en un viaje por este bello país y eso que el día anterior había dejado el listón alto, ya que lo pasamos en Venecia.
Este primer día en Eslovenia lo aprovechamos para conocer las cuevas de Skocjan (de las que no se pueden tomar fotos), las cuevas de Postojna y el castillo de Predjama; estas dos últimas visitas están muy cerca la una de la otra y hasta es posible comprar la entrada de manera conjunta.
Es una lástima que en las cuevas de Skocjan no se permitan las fotos (todas las imágenes de cuevas de este post pertenecen a las Cuevas de Postojna), porque es un lugar tremendamente espectacular y que por más que intentemos describir con palabras, éstas no serán suficientes. Os acordáis de aquella escena de El señor de los Anillos en donde Gandalf, desde un puente, decía algo así como «tú no pasarás!»; pues ese puente bien podría haber sido el Puente Cerkevnik, en el interior de las cueva, a unos 45 metros del río subterráneo y a unos cuantos del techo de la cueva.
Las cuevas de Skocjan son Patrimonio de la Humanidad y la visita más común es la que dura un par de horas y se realiza de manera guiada. El punto de encuentro está cerca de las taquillas y se camina durante unos 10 minutos hasta dar con la entrada principal de la cueva. Se accede a ella por un túnel construido en 1933. Durante la visita se pasa por varias salas: la cueva Silenciosa (con el Paraíso, el Calvario y el Gran Salón de 120 m de ancho y 30 m de alto), la Cueva de los Susurros con paredes de 100 m de alto y la Cueva Tominc. Después de salir de las cuevas, puedes volver dando un pequeño paseo o en funicular. Cerca de donde te deja el funicular, tienes un par de miradores.
De allí nos fuimos a las Cuevas de Postojna, totalmente masificadas. En el recinto te encontrarás con varios restaurantes, algunas tiendas y hasta un gran hotel. El precio de la entrada (el parking se paga aparte) va acorde con todo esto.
Las cuevas de Postojna son mucho más conocidas y visitadas que las de Skocjan. Si en las primeras que visitamos destacaba la altura de sus salas, en estas lo hace las diversas formaciones que encontramos. Fue en 1818 cuando se abrieron al público y desde entonces ha recibido más de 36 millones de visitas. En un día de agosto puede haber hasta 6.000 personas!!!
Todas las salas son espectaculares, hay una parte del trayecto que se hace en tren (unos 3,5 km) y el resto a pie (1,5 km). Cuando vas en esta especie de tren descapotable pasas por una espectacular sala a la que no nos dió tiempo de fotografiar. Es ESPECTACULAR, iluminada con unas grandes arañas, te deja sin palabras.
El tren te lleva hasta la Gran Montaña, y aquí comienza la parte guiada a pie. Desde la caverna Gora Velika y tras cruzar el pequeño puente construido por los prisioneros rusos en 1916, se lleva a las Cuevas Preciosas con estalactitas y estalagmitas de 2 millones de años; luego vienen la Cueva Negra la Cueva Pivka y la Sala de Invierno. La visita acaba en la Sala de Conciertos, con una capacidad de 10.000 espectadores. Antes de terminar la visita, podemos intentar divisar al Proteus anguinus (Proteo), una especie de salamandra ciega que vive en la oscuridad y puede vivir hasta un siglo, pudiendo estar hasta una década sin comer.
Y la última visita del día y no por ello menos espectacular sería el castillo de Predjama.
El castillo de Predjama llama poderosamente la atención por su ubicación, encajado en una roca en la que hay una cueva, hogar del primer castillo. El castillo de Predjama tiene 4 plantas construidas a partir de principios del s. XIII, aunque la mayoría de lo que se ve hoy en día data del s. XVI. Vale la pena pillar la audioguía para enterarte de lo que allí pasó, sobre todo la azarosa vida de Erasmo, una especie de Robin Hood esloveno del s. XV y del que podemos aprender más si visitamos también el castillo de Liubliana, en donde estuvo preso.
El castillo de Predjama sufrió un asedio en el s. XV, pero al contar con un pasadizo que llevaba hasta un pueblo cercano no tenían problema en conseguir víveres y hasta se atrevían a tirárselos a sus atacantes. Toda una batalla psicológica, eh? 😉 Parece que hay rutas de espeología a través de estos pasadizos, aunque nosotros ni lo sabíamos ni lo habíamos hecho, ya que los sitios estrechos y bajos no están hechos para mí.
No os olvidéis de tocar la campana mientras pedís vuestro deseo, quizás se cumpla!!
Y hasta aquí llegaba nuestro primer día en Eslovenia. Bien aprovechado, no? Por cierto, «jama» significa cueva, por lo que el nombre vendría a significar «castillo en una cueva».
Sí que os cundió el primer día!!! Por cierto, ¿cómo ves las cuevas para visitarlas con niños pequeños? Eslovenia lo tengo en mente desde hace ya un tiempo!
Maricarmen, la de Postojna no le veo inconveniente, además seguro que se lo pasa en grande en el tren. Las otras, las de Skocjan, tienen un sendero con escaleras a bastante altura, pero tampoco lo veo peligroso, bastará con tomar las precauciones que se toman siempre en estos casos. Y la visita vale la pena, son realmente espectaculares!
Madre mía! No me quiero imaginar las cuevas de Postojna con 6000 visitas al día… ¿No se hace agobiante? Aunque por lo que dices ambas parecen impresionantes, ¿no?
El castillo es muy chulo… quizás me animara a hacer la ruta espeleológica, jejejeje. Que últimamente estoy muy aventurera.
Muy aprovechado el día, sin duda.
Un saludote!!
Nosotros fuimos en temporada baja y ya había bastante gente. En agosto tiene que ser horrible. Las dos cuevas son impresionantes, las primeras por el tamaño de sus paredes y la segunda por sus formaciones. Y el castillo es una pasada, allí encastrado en esa cueva